¿Cuánto vale mi Empresa?

¿Sabrías ponerle valor a tu empresa?

Una empresa, a diferencia de otro tipo de bienes, se valora por su capacidad para generar dinero en el tiempo para sus propietarios.

Distinguiendo entre valor subjetivo y objetivo, definimos el primero como aquel condicionado por factores emocionales, familiares o históricos que darían lugar a unas expectativas que tendrán que ver o no con la realidad. Por su parte, el valor objetivo, denominado como “valor fundamental” de la empresa, es el obtenido a partir del análisis riguroso de la realidad empresarial: portfolio de productos, margen que puede dejarnos cada uno de ellos, costes de producción…

A partir de ahí determinaríamos un beneficio, eliminaríamos los impuestos y en función de la política de cobro y pago de la compañía, cuantificaremos el dinero que genera. Adicionalmente, habría que tener en cuenta las necesidades de inversión que pudiera tener el negocio. 

Ejemplo práctico: ¿cuánto vale una máquina de venta de refrescos?

Para el fabricante, será el resultado de añadir al coste de fabricación un margen de explotación en función de la oferta y la demanda.

Para el comprador de la máquina de refrescos, será el resultado de visualizar el futurible de la explotación de esta. Es decir, que puede vender, cuantas unidades de refrescos y, en función del coste de explotación, manipulación y gastos estructurales, obtendrá un beneficio. El cobro al ser inmediato y el pago, que podría estar aplazado en el tiempo, permitirá una determinación del flujo de caja bastante sencilla.

En general, habría que hacer el ejercicio de inferencia del futuro del negocio y a partir de ahí traerlo al momento presente, utilizando lo que se conoce como tasa de descuento.

Pero, ¿qué es la tasa de descuento y que relación tiene con el valor de mi empresa?

La tasa de descuento tiene dos aspectos fundamentales: la rentabilidad alternativa y el riesgo percibido.

Hablamos de rentabilidad alternativa al referirnos a la rentabilidad esperada que cualquier inversor puede obtener por su dinero ante un nivel de riesgo determinado.

Respecto al riesgo percibido, nos referimos al riesgo empresarial, el riesgo financiero, el riesgo tecnológico y aquellos factores externos que puedan afectar a la explotación del negocio.

¿Cuál es la diferencia entre precio y valor empresarial?

Teniendo en cuenta de que el precio es el dinero que se puede a llegar a pagar por una empresa y el valor es el que hemos obtenido fruto del análisis realizado.

Si el precio pagado es mayor que el valor atribuido, el beneficio quedará de lado del vendedor. Por el contrario, si el precio pagado es menor que el valor atribuido, el beneficio quedará de lado del vendedor.

Lo lógico es buscar referencias de mercados, es decir, transacciones recientes con relación a empresas similares a la nuestra, al objeto de que el precio que se pague no tenga mucha dispersión para con el que se está pagando en el mercado en función de la oferta y demanda de negocios similares.