Cualidades de un inversor inteligente

4 cualidades de los inversores de éxito

Un inversor es aquella persona, física o jurídica, que dispone de capital o puede obtenerlo para destinarlo a oportunidades de negocio que le permitan incrementar el valor del dinero invertido. El objetivo del inversor es multiplicar el valor de su dinero y por tanto las cualidades que definen un comportamiento inteligente por parte de este son las siguientes:

1) Toma sus decisiones de forma reflexiva.

2) Analiza las opciones de inversión disponibles.

3) Busca el consejo de asesores expertos o dispone de gestores expertos.

4) Define sus objetivos en términos de rentabilidad, riesgo, disponibilidad y plazo.

Decisiones reflexivas

Un inversor inteligente no toma sus decisiones de inversión de forma impulsiva ni se deja influir por las circunstancias u opiniones sin ponerlas en su justo contexto tratando de evaluarlas objetivamente. Esto quiere decir que no sigue el efecto llamada que se produce cuando se dan circunstancias extraordinarias y una parte significativa de inversores que interactúan en el mercado se comportan cual manada siguiendo al líder. Tampoco toma decisiones por empatía para con el tipo de inversión, sector, experiencias recientes o querencias sentimentales o afectivas.

Analiza opciones de inversión alternativas

Todo inversor que se precie sabe que el dinero es un bien escaso y por tanto toma sus decisiones de inversión después de investigar qué opciones de inversión están disponibles para los objetivos que se ha fijado al objeto de maximizar su dinero, pero confrontando las alternativas accesibles en términos de rentabilidad, riesgo y plazo. Por ello utilizará diversos métodos discriminantes que lo ayuden en la toma de decisiones y prioricen las opciones disponibles. Los métodos generalmente utilizados son un mix entre el VAN, TIR y Pay Back de las oportunidades de inversión en términos de flujos de caja esperados.

Busca asesores con experiencia

Ningún inversor inteligente presume de autosuficiencia sino más bien al contrario pues los mercados cada vez están mas interconectados y globalizados por lo que hasta el factor más inesperado puede influir en áreas o mercados ajenos a la oportunidad de inversión en análisis. El inversor inteligente apreciará el conocimiento, la experiencia y la capacidad analítica de buenos asesores que le ayuden en la toma de decisiones pues éstos vincularán sus honorarios profesionales al éxito de las inversiones que recomiendan.

El asesor experto debe reunir conocimiento, experiencia, metodología, criterio y ponderación que pone al servicio del inversor, jugándose con frecuencia su prestigio profesional al recomendar o desaconsejar la inversión o desinversión.

Cuando el inversor no dispone de capital suficiente para un asesoramiento individualizado, si es inteligente, buscará asesores especializados que asesoran a un colectivo de forma que entre todos puedan remunerar adecuadamente al experto.

Inversor Inteligente: Define sus objetivos

Quizás lo más importante que ha de plantearse un inversor inteligente es el tipo de riesgo que está dispuesto a asumir, la rentabilidad que persigue y el plazo al que invierte. Estos tres factores junto a la disponibilidad inmediata o no de capital serán decisivos para definir el tipo de inversión a evaluar y el capital a invertir.

Una vez establecida una rentabilidad objetivo y un plazo de inversión – desinversión, el inversor ha de buscar un porfolio de inversiones equilibrado de forma que una inversión de mayor riesgo y potencialmente mayor rentabilidad se compense con una inversión de menor riesgo y menor rentabilidad, en definitiva, tratará de diversificar el riesgo con oportunidades de inversión no relacionadas y que mitiguen el riesgo para obtener un mix adecuado a su perfil como inversor.

Cuando se trata de invertir directamente en empresas no cotizadas, el inversor inteligente acudirá a profesionales que atesoren experiencia y conocimiento para identificar las variables críticas que acoten el riesgo y las expectativas de beneficio.

Decía Paul Getty, que “se había hecho rico haciendo feliz a la gente: invirtiendo cuando la gente quería vender”. Era un inversor inteligente.

El inversor inteligente también sabe que “lo barato, con frecuencia, es caro” y por tanto lo más sabio es tener buenos asesores y gestores que, aunque puedan parecer costosos, a la larga, son baratos.